Con el tradicional desayuno reivindicativo, la lectura de manifiestos, la imposición de bufanda al busto de García Gutiérrez, el recitado de poemas de una joven poetisa y la representación de El papa, obra mínima de Antonio Miguel Morales Montoro, se culminó la celebración del Día Mundial del Teatro por parte de la asociación cultural Taetro. Este año, de nuevo dentro del ciclo Hábito 21 Días de Teatro, los miembros del colectivo han dado un paso más y han llenado Chiclana de un profundo amor por la escena.
Ya el viernes se inauguraron las II Jornadas de Teatro Mínimo (y otras grandes pequeñeces) que contó con una mesa redonda en la que participaron las dramaturgas Ana Díaz Velasco, Rosario Naranjo, Felisa Moreno y el dramaturgo Antonio Burgos. Ese mismo viernes, gran animación en el Teatro Moderno para ver el estreno de cinco nuevas obras mínimas.
El sábado tuvo lugar el hermanamiento entre los dos certámenes de teatro mínimo más longevos del país: el Rafael Guerrero de Chiclana y el Dramaturgo José Moreno Arenas de Albolote (Granada), acto que contó con la presencia de José María Román, alcalde de la ciudad y del propio dramaturgo y bajo el patrocinio de la Delegación municipal de Cultura. Posteriormente, los asistentes y un gran número de visitantes y curiosos asistieron a la ruta turístico-teatral de Todd, el guiri más chiclanero que contó la Historia y el patrimonio de nuestro pueblo con mucho humor.
El sábado se cerró de forma espléndida con la Fiesta del Teatro. Homenajes a las trabajadoras de la limpieza de la Casa de Cultura y Teatro Moderno, la puesta en escena de cuatro mínimos, mucha animación y los dos momentos más esperados del año teatral en Chiclana. Por un lado se dio a conocer el fallo del XXIV Certamen de Teatro Mínimo Rafael Guerrero. El jurado formado por Paco López, director de Morraya Teatro, José Antonio Ureba, escritor y bibliotecario y Anabel Moreno, profesora de Lengua y Literatura tuvo a bien conceder premios a las siguientes obras: El muro, de Juan Antonio Molina Gómez, La escritora, de José Jiménez Aguilar, Sicario del método, de Álvaro Carnerero, Vipera aspis, de Ignacio Aguado Fernández, Si condicional, de Julio Fernández Peláez, Gloria bendita, de Manuel Carlos Cid González, Simbiosis, de Antonio García-Catalán Barchino, Nadie, de Isaac Badía García, Y ahora, ¿qué? ¿Te perdono?, de la chiclanera Esperanza Macarena Castro Casas y Ese veneno de cuerpos, de Sebastián Moreno.
La noche acabó con la imposición de los Taetreros, la máxima distinción que concede la entidad a quien se haya revelado por su trabajo en defensa del teatro y en la difusión de la labor de la asociación. En este caso, fueron José Moreno Arenas y Miguel Ángel Bolaños los agraciados con este premio.
